Uno de los palacios mejor conservados de Europa
El Castillo o Palacio de Olite fue obra del rey Calos III “el Noble”, convirtiéndose en la actualidad en uno de los emblemas más representativos del antiguo reino de Navarra.
Un palacio exuberante y excesivo, que tenía tantas habitaciones como días del año. Derroche económico y capricho de reyes, fue uno de los palacios más espléndidos de toda Europa en la época de Carlos III.
El castillo es un conjunto irregular de torres, galerías, jardines, estancias y patios de carácter monárquico, destacando en la ciudad de Olite. Aunque pueda parecer que no alberga sintonía entre sus secciones, es una imagen majestuosa de admirar.
Disfruta de las hermosas vistas tanto dentro como fuera del castillo, y una vez termines de recorrer el lugar, puedes salir al pueblo a disfrutar de su rica gastronomía tradicional.
Sin duda merece la pena escaparse a hacer una visita, además es ideal para ir con niños, en familia o de escapada romántica.
¿A qué esperas?